Medicina natural alternativa

Medicina bioreguladora

La medicina bioreguladora es el puente entre la homeopatía y la medicina convencional. El objetivo de la medicina bioreguladora es modular los procesos de autorregulación del propio organismo para conseguir la curación. Para ello, se utilizan medicamentos de acción biorreguladora (de dispensación farmacéutica). Los principios activos de estos medicamentos son sustancias naturales en microdosis, las concentraciones de estos principios activos son por tanto similares a las de los mediadores biológicos, lo que les permite activar los mecanismos naturale de curación del organismo y ser mejor tolerados que otro tipo de medicamentos.

La medicina biorreguladora cuenta con numerosas investigaciones en publicaciones científicas que avalan su eficacia y seguridad y en las que se puede comprobar su mecanismo de acción.

Las patologías víricas y los procesos que cursan con inflamación son las principales indicaciones de la medicina biorreguladora, y las áreas terapéuticas en las que goza de mayor auge son la medicina deportiva y la pediatría, en las que los facultativos valoran más la ausencia de efectos secundarios. Otras áreas en las que se utiliza la medicina biorreguladora de forma habitual son las otitis, el vértigo, la artrosis, la alergia y la acumulación de toxinas, entre otras.